LOS COROS MIXTOS DE ADOLESCENTES

LA CONTINUIDAD DEL CANTO CORAL DURANTE LA TRANSFORMACIÓN DE LA VOZ EN LA PUBERTAD (II)

Texto elaborado a partir de la tesis doctoral de Alfonso Elorriaga, ‘La continuidad del canto durante el período de la muda de la voz’

«Los calentamientos vocales deben estar conectados con el repertorio y con las necesidades de los adolescentes»

En el anterior número de Mundo Coral, comentábamos en la primera entrega de esta columna algunos de los cambios fisiológicos que se producen en la adolescencia en cuestiones relativas a la voz y cómo este fenómeno físico no constituye un impedimento para que los adolescentes, en especial los varones, dejen de cantar. Por el contrario, es labor del educador coral saber adaptarse para que no haya una interrupción en la práctica vocal.

Así, el canto al unísono (tal y como se ha utilizado con los niños) es posible también con los jóvenes adolescentes, pero tan sólo con un cuidadoso examen completo de los ámbitos vocales. El único registro coincidente para todos los diferentes registros vocales de la adolescencia sería —aproximadamente— el existente entre las notas Sol2-Mi3 (para todos los chicos) y Sol3-Mi4 (para todas las chicas). Dentro de este marco común es posible cantar (cada sexo en su correspondiente octava) canciones al unísono, quodlibets, cánones, así como juegos vocales. Para ello, una posibilidad sería adaptar el repertorio a este intervalo de sexta, ya sea modificando algunas notas, transportando la tonalidad, alternando secciones, etc. Muchos de los materiales disponibles en las canciones educativas de diferentes estilos son fácilmente adaptables siguiendo algunas de estas técnicas simples descritas aquí. Otra posibilidad sería utilizar un repertorio previamente diseñado especialmente para adolescentes, que no exceda de una sexta. Para ello, recomiendo echar un vistazo a las piezas vocales «flexibles» (es decir, las que admiten varias disposiciones vocales). Estas piezas suelen tener amplios fragmentos al unísono dentro de esta zona de coincidencia apta para adolescentes. Por último, también sería posible crear tu propio repertorio para tus alumnos (incluyendo juegos vocales, percusión corporal, gestos, coreografías, etc.).

«Los educadores corales deben ser capaces de instruir y evaluar a su coro a través de técnicas interactivas que fomenten el sentido de comunidad dentro del conjunto»

También es muy importante cantar con dos o tres partes vocales tan pronto como podamos. Pero como todavía no es posible unir a todos los chicos en la misma parte vocal, tendremos que considerar varias posibilidades alternativas. Todas ellas pasan por la heterogeneidad vocal, que se concreta en cantar en octavas, ambos sexos, si fuera necesario, la misma parte vocal. La heterogeneidad de las diferentes fases del cambio de la voz masculina se combina fácilmente con las chicas (compartiendo la misma melodía por octavas con ellas o al unísono, según cada caso), lo que enriquece y realza las posibilidades musicales del repertorio que podemos utilizar. El que se ve en la Tabla 1 podría ser un ejemplo, entre otras posibilidades, de dos partes vocales.

Parte IParte II
· Chicas A (registro agudo)
· Chicos con voces blancas (unísono)
· Voz central 2 (octava grave)
· Chicas B (registro grave)
· Voz central 1 (unísono)
· Voz central 2a (octava grave)
· Nuevo barítono (octava grave)
Tabla 1. Coro mixto de adolescentes a dos partes vocales.

En ese esquema de esta Tabla 1, las chicas A y B deberían alternar su parte vocal (superior/inferior) en cada nueva pieza del repertorio para evitar que se acostumbren a cantar siempre en el mismo registro. Sin embargo, como se indica en la Tabla 2, las chicas deben dividirse en tres grupos. En este caso, también sería posible dejar en el grupo de las chicas A a aquellas que son más propensas a cantar con una voz ligera y dejar que el resto se divida por igual entre las chicas B y las chicas C. De nuevo, estos dos grupos (B y C) deberían intercambiar sus partes vocales en cada nueva pieza del repertorio.

Parte IParte IIParte III
· Chicas A (registro agudo)
· Chicos con voces blancas (unísono)
· Voz central 2a (octava grave)
· Chicas B (registro grave)
· Voz central 2a (octava grave)
· Nuevo barítono (octava grave)
· Chicas C (registro grave)
· Voz central 1 (unísono)
Tabla 2. Coro mixto de adolescentes a tres partes vocales.

Sin embargo, también es posible adaptar el repertorio a dos y/o tres partes vocales de acuerdo con una de las dos tablas anteriores. Y, como antes, también es posible crear tu propio arreglo. He aquí un ejemplo de una pieza coral a tres partes, especialmente diseñada para todo tipo de voces adolescentes (masculinas y femeninas): las chicas pueden dividirse en tres partes vocales (cantando la parte inferior una octava más aguda de como está escrita), mientras que los chicos pueden encontrar fácilmente en una de estas partes la mejor opción para su voz, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentren, compartiendo la melodía con el grupo de chicas correspondiente, ya sea en octavas o al unísono, dependiendo de cada caso.

Actuación del Coro Voces para la Convivencia con mascarillas durante la pandemia
«La heterogeneidad de las diferentes fases del cambio de la voz masculina se combina fácilmente con las chicas compartiendo la misma melodía por octavas con ellas o al unísono, según cada caso». | foto: Voces para la Convivencia

Las actividades corales diseñadas para la instrucción vocal en grupo de los adolescentes deben tener objetivos específicamente diseñados para el desarrollo de la voz masculina. Los calentamientos vocales deben estar conectados con el repertorio y con las necesidades de los adolescentes. Ambos son importantes. Dejemos que los cantantes encuentren dónde tienen dificultades en el repertorio y trabajemos con ellos en las técnicas vocales específicas que necesitan para alcanzar esos objetivos. De esta manera podremos diseñar fácilmente cada ejercicio vocal para cubrir la necesidad de aprendizaje en cada ocasión y lo que es más, sabrán por qué lo están practicando y cómo están desarrollando sus habilidades vocales. Los chicos deben ser instruidos secuencialmente sobre los diferentes aspectos de la técnica vocal: respiración, postura, fonación, resonancia, dicción y expresividad. Esto también es cierto para el repertorio, que debe progresar desde lo más simple hacia lo más complejo.

«No es suficiente que el educador coral sepa lo que hace falta para mejorar. Los estudiantes deben ser conscientes de ello también»

Deben contar con un modelo vocal adecuado, proporcionado por el educador coral. Los chicos se sienten más atraídos a cantar cuando pueden escuchar un modelo vocal de calidad, que no tiene que ser aportado por alguien del mismo sexo, sino por alguien que tiene en cuenta la forma en que cantan y perciben sus voces, más basada en la presencia sonora que en la belleza acústica. Los educadores corales deben ser capaces de instruir y evaluar a su coro a través de técnicas interactivas que fomenten el sentido de comunidad dentro del conjunto. Esto es fundamental para el desarrollo de habilidades metacognitivas en los adolescentes. No es suficiente que el educador coral sepa lo que hace falta para mejorar. Los estudiantes deben ser conscientes de ello también. Para conseguirlo, es importante trabajar con grabaciones, mapas mentales para cada pieza (delimitando los objetivos y los logros en una línea de tiempo), realizando interpretaciones parciales (donde algunos cantan y otros actúan como jueces), etc.

Actuación del Coro Voces para la Convivencia en el XXXVII Certamen Coral Villa de Avilés
«Los chicos deben ser capaces de aprender a interpretar, tanto en grupos exclusivos de chicos como en grupos que incluyan a las chicas». | foto: Voces para la Convivencia

El repertorio debe ser suficientemente variado, tanto en la forma (metodología) como en el contenido. En este sentido, el repertorio debe satisfacer las necesidades de los estudiantes, quienes deben ser capaces de participar en la selección de repertorio y otras actividades de canto en grupo. Es especialmente importante incluir la improvisación coral y/o la interpretación de piezas vocales de composición abierta donde los estudiantes pueden probar y aportar sus ideas creativas, así como tomar decisiones formales e interpretativas.

«Es especialmente importante incluir la improvisación coral y/o la interpretación de piezas vocales de composición abierta donde los estudiantes pueden probar y aportar sus ideas creativas»

Los chicos deben ser capaces de aprender a interpretar, tanto en grupos exclusivos de chicos como en grupos que incluyan a las chicas. El repertorio también debe ser significativo en el contexto de la vida social y personal de los cantantes. De este modo, deberíamos ser capaces de abarcar tanto la música conocida por ellos (arreglos corales sobre temas modernos o populares) como el repertorio que no conocen (piezas corales de uso común y tradicionales). Hacerlo así establecerá puentes y conexiones entre diferentes estilos, centrándose en el contenido de la música, más que en su lugar de origen. De esta manera, los cantantes aprenderán a valorar la calidad de la música en función de su complejidad coral, independientemente del estilo musical al que pertenezca cada obra.

El repertorio coral contiene los elementos del currículo vocal, pero es responsabilidad del educador coral presentar estos elementos de la manera correcta y en el momento adecuado para sus cantantes. Los adolescentes deben participar en actividades corales que incluyan una amplia gama de agrupamientos diferentes, ya sea en parejas, en grupos pequeños o grandes. Además, es importante que no todos los estudiantes canten al mismo tiempo, sino que tengan diferentes oportunidades de escuchar y evaluar a otros. La mayor parte del tiempo los alumnos evalúan con precisión los logros específicos de sus compañeros, lo cual les conduce a una conciencia progresivamente más clara de la meta perseguida: que nuestros adolescentes, de ambos sexos, canten exitosamente en coro a lo largo de esta etapa de la vida. 

Los coros mixtos de adolescentes (1ª parte) ►►


MUNDO CORAL Nº II